Belén Estébanez
Belén Estébanez no es periodista. Ni siquiera consta que haya estudiado algo relacionado con esa disciplina. Espabilada y sobrada, eso sí, Belén Estébanez se subió un día al carro de los medios. Hoy va de imprescindible comunicadora por la vida.
Oportunista y retadora, arrogante sin duda, Belén Estébanez pontifica desde su tribuna hablando por boca de ganso. Como no es tonta, enjabona al que le retribuye y arremete sin mesura contra el que osa ponerle un solo pero. Aunque sea mintiendo. Qué más dará.
Belén Estébanez responde a esquemas elementales. Se defiende comunicativamente a base de frases hechas, pequeñas sentencias maximalistas elaboradas con lenguaje limitado y rancios tópicos a partes iguales. La mayoría de las veces estas máximas y consejas no son más que estupideces extraídas de sus propias vivencias que, en su insensatez, pretende elevar a categoría universal.
Cuando ocasionalmente, empujada por causa mayor, se ve forzada a hilvanar algún discurso medianamente complejo, resbala sin remisión por el precipicio de su profunda ignorancia. Deja entonces al descubierto la mal disimulada paja en la oreja que la adorna. Los poderosos la soportan e incluso festejan sus gracias. Ella se siente importante. Pero nada más se gira esos mismos ilustres próceres piensan lo que piensan y dicen lo que dicen.
No, Belén Estébanez no es periodista. Aunque ella no lo sabe.
(Pododéis realizar vuestros comentarios en torrentenunblog@gmail.com)
Oportunista y retadora, arrogante sin duda, Belén Estébanez pontifica desde su tribuna hablando por boca de ganso. Como no es tonta, enjabona al que le retribuye y arremete sin mesura contra el que osa ponerle un solo pero. Aunque sea mintiendo. Qué más dará.
Belén Estébanez responde a esquemas elementales. Se defiende comunicativamente a base de frases hechas, pequeñas sentencias maximalistas elaboradas con lenguaje limitado y rancios tópicos a partes iguales. La mayoría de las veces estas máximas y consejas no son más que estupideces extraídas de sus propias vivencias que, en su insensatez, pretende elevar a categoría universal.
Cuando ocasionalmente, empujada por causa mayor, se ve forzada a hilvanar algún discurso medianamente complejo, resbala sin remisión por el precipicio de su profunda ignorancia. Deja entonces al descubierto la mal disimulada paja en la oreja que la adorna. Los poderosos la soportan e incluso festejan sus gracias. Ella se siente importante. Pero nada más se gira esos mismos ilustres próceres piensan lo que piensan y dicen lo que dicen.
No, Belén Estébanez no es periodista. Aunque ella no lo sabe.
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5 Comments:
Me suena, me suena.......
Os ruego que vuestros comentarios no caigan en el mal gusto o el insulto. Venga, que no es tan difícil. Gracias por vuestra colaboración.
QUIEN ES ESTA CHICA???
No era ningún insulto. Preguntar por qué le gusta vestirse de forma tan poco holgada (eufemismo de mi anterior pregunta) o por qué sus tobillos se elevan cinco centimetros del suelo... no es nada denigrante ni vjatorio.
no es una chica de qeuien habla
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